España necesita a la Construcción
3 octubre, 2011Se acabó la fiesta
27 diciembre, 2011Durante los años de esta segunda legislatura de D. José Luis Rodríguez Zapatero desde 2.008 hasta la fecha, los Bancos y Cajas de Ahorro se han convertido en la mayor Inmobiliaria de España, incomparablemente mayor a ninguna de las que se hayan conocido en la historia de nuestro país, las vías por las que las entidades crediticias se han hecho con tan inmenso patrimonio han sido muy diversas: Créditos hipotecarios impagados por familias que han visto cómo alguno o todos los miembros de la misma se quedaban sin ingresos suficientes para hacer frente a los plazos, empresas inmobiliarias y constructoras que han visto que tampoco podían atender los pagos de sus créditos por falta de ventas, garantías ofrecidas para afianzar préstamos que han resultado fallidos etc.
Éste es uno de los mayores problemas con el que se va a enfrentar el Gobierno que salga elegido el próximo domingo y de su solución va a depender en gran parte que el sector de la construcción pueda recuperar una senda razonable, en la que se mantenga un nivel de actividad que tan beneficioso sería para la economía española.
Creo que un primer paso necesario es que de una vez por todas las entidades crediticias informen con claridad y exactitud al Banco de España de cuántos activos tienen en su poder y de cuál es la valoración real que tienen los mismos, a estos efectos sería muy interesante que las valoraciones sean hechas por una Agencia que dependa únicamente del regulador, porque hasta la fecha las entidades han utilizado valoraciones para presentar Balances y Cuentas que no responden a la realidad de lo que el mercado está dispuesto a asumir, decía siempre mi padre que «las cosas valen lo que te pagan por ellas» y ese principio no se ha estado aplicando en estos años en España.
Un segundo paso sería que las entidades crediticias, que por otra parte están necesitadas de «activos de calidad» según les ha ordenado la Comunidad Europea, saquen al mercado estos activos inmobiliarios, en precios a los que se puedan vender, abandonando de una vez por todas este pulso absurdo y tan perjudicial hasta para ellos mismos, que han mantenido durante estos años, y dejen de competir con un mercado inmobiliario que ya esta de por sí aniquilado. El nuevo Gobierno debería entrar de lleno en este asunto.
De esta forma podrían recuperar el capital que necesitan para incrementar los créditos, y con ello volverían a dedicarse a lo que es su negocio.
No es verdad que no haya demanda de vivienda, la ha habido, la hay y la habrá, España es un mercado para construir 400.000 viviendas al año y venderlas, pero no para 1.000.000 que se llegó a construir en la primera legislatura del actual Presidente del Gobierno, ni tampoco para las exiguas 70.000 a las que hemos llegado en las postrimerías de su mandato.
Para que se pueda llegar a esa velocidad de crucero en la que haya actividad constructiva y contribución a la reducción del paro es imprescindible desatascar primeramente el impresionante parque inmobiliario que atesoran los Bancos y Cajas de Ahorro.
En la medida en que resuelva este problema hay un gran barómetro para medir el acierto o no de la política de nuestro nuevo Gobierno
Miguel Ángel Álvarez