Módulo M2 del Curso Básico de Gestión de Adjudicados 2013
5 agosto, 2013La Metáfora de la Avenida de Mayo VI
11 septiembre, 2013La Dictadura Militar que se implantó en la Argentina en 1.976 y duraría hasta 1.983, tenía muy ocupados a los militares en la represión de los grupos de izquierda, por tanto en lo económico no se metieron y lo dejaron en manos de un Ministro de Economía liberal: José Alfredo Martínez de Hoz, quien ya había sido Ministro de Economía brevemente durante el Gobierno del Presidente de Guido y que en lo político les era próximo. Conduciría la economía de la Nación hasta 1.981, ya en la decadencia de la Dictadura.
Aquí comienza un fuerte endeudamiento de Argentina con el Fondo Monetario Internacional y diversos Bancos extranjeros, que acabaría muy mal varios años después, pero que de momento fue una inyección monetaria que incrementó la actividad económica de forma importante. Es la época conocida como de «la plata dulce», por la fácil y alegre circulación del dinero en la República.
La Avenida de Mayo se suma una vez más a la «fiesta» de la Nación y se comete en ella uno de los mayores atentados urbanísticos que la contemplan, la ejecución por el Banco de Galicia de los «Edificios Galicia», dos edificios gemelos de oficinas y apartamentos que se construyen en la Avenida de Mayo esquina a la Calle Santiago del Estero. De anodina arquitectura, estos edificios, por su ostensible forma de desentonar con el resto, permanecen para siempre como una falta de respeto a la anciana Avenida, interrumpen con su mayor altura la vista del magnífico Edificio Barolo, e interfieren en el haz de luz, que desde el faro que lo corona, estaba destinado a llegar hasta el puerto de Buenos Aires, cuando fue concebido.
Por otra parte el Teatro Avenida, inaugurado en 1.908, también en plena Avenida de Mayo, como si fuera otra metáfora en sí mismo de los duros momentos de represión que soterradamente se estaban viendo en la Argentina, se incendió en 1.979, y ya nunca más volvería a tener el esplendor y la grandeza con que fue concebido.
Reducido en sus dimensiones y la elegancia de su decoración, sería reinaugurado en 1.994 por el tenor español Plácido Domingo, en una gala que quiso tener la grandiosidad que la Avenida tuvo en otros tiempos, pero que sirvió para ver que las cosas habían cambiado mucho en ella, y en el país en general.
La economía se recalentaba, los créditos crecían (la deuda externa ya alcanzaba los 40.000 millones de dólares), la inflación de disparaba y los militares seguían a lo suyo…En 1.981 la cosa ya empieza a ponerse muy fea tanto política como económicamente, y buscando oxígeno para que todo siguiera como estaba, renuncia el triunvirato militar que gobernaba en ese momento: Viola, Lambruschini y Graffigna, así como Martínez de Hoz, Ministro de Economía.
Pero ya la Dictadura iba cuesta abajo, a los gobernantes que les sustituyen: Galtieri, Anaya y Lami Dozo, no se les ocurre mejor idea que amalgamar a la población argentina en torno a una vieja herida clavada en el corazón de todo ciudadano del país: La permanencia de Gran Bretaña en las Islas Malvinas, y sin más ni más deciden declarar la guerra al Reino Unido, e invadir las Islas en 1.982.
Gran Bretaña seguía en su papel de fiel aliado de los Estados Unidos que llevaba siendo desde la Segunda Guerra Mundial. Por otra parte a la Premier británica de la época: Margaret Thatcher, que se enfrentaba a unas próximas elecciones generales, de dudoso resultado para su Partido Conservador, le venía de maravilla un golpe de efecto de fervorina patriótica, que tanto gusta a los ingleses, y además lo tenía fácil, con el apoyo de sus aliados americanos y contra una República Argentina que no despertaba simpatías en Europa, el resultado estaba cantado.
Por supuesto a pesar de sufrir algunas bajas importantes, los británicos recuperaron las Malvinas para la Corona, como todos sabemos, y Margaret Thatcher ganó las elecciones.
Los militares argentinos, por una vez en la historia de la Nación, dedicados a lo que se tienen que dedicar, lucharon con gran valentía, pero su inferioridad de medios humanos y materiales era tan abrumadora, que tuvieron que regresar a la Patria, con una humillante derrota, y lo que es peor con una importante cifra de bajas, en su mayoría muchachos jóvenes, que dieron su vida tristemente por una causa que estaba perdida de ante mano.
La Plaza de Mayo, al comienzo de la Avenida, frente a la Casa Rosada, albergó una importante manifestación de protesta, organizada por los Sindicatos, contra la Dictadura Militar, que fue brutalmente reprimida.
Finalmente todo esto significó su desaparición, y aunque se nombró otro triunvirato gobernante: Nicolaides, Franco y Hughes, fue solo para organizar unas elecciones democráticas, que por fin se celebraron en 1.983.
El vencedor de las mismas fue nuevamente la Unión Cívica Radical, encabezada por Raúl Alfonsín, que se convertiría en el nuevo Presidente de la República.
El Presidente Alfonsín tuvo que enfrentarse a graves problemas. Por una parte en lo político: La resaca de los años de la Dictadura Militar (1.976-1.983), y de los vergonzosos actos llevados a cabo durante la misma, de los que los militares no estaban dispuestos a rendir cuentas, como demandaba la ciudadanía. Por otra parte en lo económico: Una gigantesca deuda externa y una galopante inflación que no se podía controlar y que hacía que la economía nacional fuera cada vez peor.
Yo diría que Raúl Alfonsín hizo lo que pudo en lo político, abriendo la puerta a juzgar a las cúpulas militares por sus actos pasados. Los militares se resistieron ferozmente, pero se dieron pasos sólidos en este sentido. Sin embargo en lo económico, Argentina siguió hacia abajo, con una inflación cada vez mayor y unas dificultades enormes para pagar su deuda externa. Pasó el testigo a su sucesor en 1.989 con una situación económica aún peor de la que recibió.
No obstante sí que se puede decir en su favor, que fortaleció la democracia y sentó las bases políticas de la misma, de acuerdo con el pueblo argentino, demostrando en estos últimos 30 años que a pesar de las grandes dificultades por las que la Nación ha pasado, no quiere repetir situaciones dictatoriales como las que florecieron en el Siglo XX.
Durante el mandato de Raúl Alfonsín se produce el mayor atentado urbanístico de la Avenida de Mayo, mayor aún que el antes comentado de los «Edificios Galicia». Desde el absoluto desprecio por la historia y la tradición, un país endeudado que se somete al capital extranjero, permite que en plena Avenida esquina a la Calle Chacabuco, se construya un desproporcionado y enorme edificio de oficinas, que ha ido albergando diversos Bancos a lo largo de los años. Conocido en su inicio como «La Torre de Buenos Aires», o Banco HSBC, con sus 30 plantas y la enorme antena telefónica que lo remata, representa un bofetón a la silueta de la Avenida y un monumento al despropósito urbano más brutal.
A mis lectores además de agradecerles, como siempre, que me lean, debo pedirles disculpas nuevamente porque creía que terminaría con este post la revisión a la historia de la República Argentina y su Metáfora: La Avenida de Mayo, pero repasar 120 años de historia se está alargando más de lo que esperaba. Prometo firmemente que terminaré la serie en el siguiente.
Miguel Ángel Álvarez