Design Thinking
7 noviembre, 2012Los números de 2012
31 diciembre, 2012El título de este post parece una obviedad, ¿cómo no vamos a planificar los arquitectos? Si es a lo que nos dedicamos, por supuesto que sí, nuestra formación y ejercicio profesional consisten en gran parte en ordenar espacios, formas, funciones, relaciones entre materiales, volumenes etc.
Pues no, resulta que los arquitectos no planificamos, nos enfrascamos en una vorágine de trabajo (cuando podemos, por ejemplo ahora en España no), visitas de obra, teléfono, e-mails, reuniones etc. y todo va como buenamente puede ir, pero jamás nos detenemos a planificar nuestra actividad profesional. Y es fundamental saber a dónde queremos llegar, por dónde queremos ir, un camino que posteriormente podamos analizar al ir demenuzándolo en tareas, partir de un análisis de nuestra situación actual y de cuál es nuestro objetivo profesional para poder tener éxito. Estudiar bien nuestra fortalezas y debilidades y cuáles son las de nuestra competencia, conocer los casos de éxito. Detenernos a pensar en definitiva, no solo actuar de cualquier modo.
Por ejemplo nuestro nivel de influencia es muy importante para tener éxito pero ¿cómo fomentamos nuestra capacidad de conocimiento en la materia que nos interesa? El conocimiento se produce por la lectura y el estudio de aquello en lo que queremos ser influyentes, no podemos abarcar todo, esto se ha de pensar previamente y trabajar en una línea determinada. Vivimos la sociedad de la información, pero cuidado, no caigamos en la borrachera de la información, enfoquemos nuestro tiempo y esfuerzo a aquello que nos ayude a conseguir los objetivos que nos hemos propuesto, el tiempo no es infinito y hay que planificarlo muy bien.
Otro ejemplo: Un análisis de nuestro mercado potencial nos llevará a dirigirnos a aquellos objetivos en los que podamos ser más competitivos, la especialización se va imponiendo y buscar nuestro nicho de negocio es necesario en un entorno tan duro como el que nos está tocando vivir. Para esto debemos observar, recoger datos, tener información.
Un Plan de Negocio es tan necesario en un estudio de arquitectura como en cualquier otra empresa, y además un Plan de Negocio dinámico, algo que sea evolutivo, que esté en consonancia con nuestros objetivos profesionales pero también con las alternativas y las experiencias que nos encontremos por el camino.
Un reciente informe del RIBA indica que un 60% de los estudios de arquitectura británicos no tiene un Plan de Negocio, y que solo un 16% de estudios planifican a más de un año vista. Si un país tan amante y conocedor del Management como el Reino Unido tiene estas cifras, ¿podemos imaginarnos lo que resultaría de un estudio similar en España?
La situación de la profesión es crítica en nuestro país, hay muchas cosas que tenemos que cambiar y la crisis nos da una oportunidad para hacerlo. La planificación es una de ellas, y muy importante, cambiemos nuestro caótico sistema de funcionamiento por uno planificado y pronto veremos las ventajas.
Miguel Ángel Álvarez